
Antiguo campo de concentración cerca de Praga, en la región de Ústí nad Labem. No es ni mucho menos uno de los lugares más bonitos de este país, pero merece la pena visitarlo para no olvidar. Es como si te metieras dentro de los barracones de
La Lista de Schindler, El Pianista o
La Vida Es Bella. El cartel, escrito en alemán, reza: "El trabajo libera", supongo que para regocijo de los nazis ante las esperanzas de los concentrados, que por cierto no fueron exterminados. Las duchas, los restos de balas en la pared, la horca, los pasillos, todo hace que nuestra sangre se vuelva fría en cada minuto que pasamos aquí. Junto al campo otro, pero santo, lleno de cruces y estrellas en memoria de algunos trabajadores "liberados".