viernes, enero 05, 2007

Terezin, Rep. Checa, 1999

Antiguo campo de concentración cerca de Praga, en la región de Ústí nad Labem. No es ni mucho menos uno de los lugares más bonitos de este país, pero merece la pena visitarlo para no olvidar. Es como si te metieras dentro de los barracones de La Lista de Schindler, El Pianista o La Vida Es Bella. El cartel, escrito en alemán, reza: "El trabajo libera", supongo que para regocijo de los nazis ante las esperanzas de los concentrados, que por cierto no fueron exterminados. Las duchas, los restos de balas en la pared, la horca, los pasillos, todo hace que nuestra sangre se vuelva fría en cada minuto que pasamos aquí. Junto al campo otro, pero santo, lleno de cruces y estrellas en memoria de algunos trabajadores "liberados".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo malo Roi es que los humanos no queremos aprender y estamos eternamente en guerra unos contra otros, mira lo que pasa en Afganistan, Líbano, Irak,,,y tantos otros lugares. Tenemos suerte de vivir en un país de los llamados democráticos. Los fanatismos de algunos humanos condicionan las libertades de los otros humanos. Como si ya no bastasen las enfermedades para sufrir seguimos matándonos sin razón. Y además sigue existiendo la pena de muerte incluso en países que se consideran civilizados. ¿Aprenderemos algún día a respetarnos como seres diferentes?