Situada en la isla de Selandia, fue Capital de Dinamarca hasta el año 1400. Hoy, con menos del 5% de la población de Copenhague, es una pequeña y tranquila ciudad para pasear. El primer punto de interés es la catedral, del característico estilo gótico danés, y la única de toda la isla hasta el siglo XX. Después es agradable visitar el Folkepark y descender entre zonas de viviendas encontrándonos con paisajes como este. Finalmente un pacífico mar detiene nuestro camino junto a un interesante museo de barcos vikingos. Si hemos llegado en tren conviene volver antes de que comience a caer la noche ya que la vuelta es hacia arriba.
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