Lo más espectacular de esta ciudad austriaca es su emplazamiento entre grandes montañas en el valle del río Inn, por lo que las mejores fotos y cielos grises las encontraremos lejos de los museos y monumentos del centro. Famosa por la práctica de deportes invernales no nos dejó ver el sol en septiembre. La riqueza de este lugar se ha generado desde el S.XII al ser uno de los puntos más accesibles para atravesar los Alpes, gracias al Passo del Brennero. Dicha riqueza nos obligó, una vez más, a nutrirnos a base de McDonald's o similares.
1 comentario:
Ummm, entonces creo que tuve suerte, yo sí pude verlo, :) Un saludo
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