viernes, noviembre 24, 2006

Cerca de Asuán, Egipto, 2006

Bonita imagen donde los niños de un pueblo nubio, cerca de Asuán, sueñan con jugar y vivir como una estrella del fútbol europeo. Realizada tras un paseo en camello, rodeado por otra decena de niños (alentados por sus padres) pidiéndome baksheesh (propinas) por todas partes, incluso rogando derechos de imagen tras hacer fotos como esta. Los guías te recomiendan no darles nada. El cerebro te lo impide y hasta el corazón a veces te dice que no. Otras veces son los ojos del pequeño egipcio los que te roban unas cuantas libras anulando completamente tu voluntad. Así es uno de los países más evolucionados de este continente. No me quiero imaginar el resto, aunque quizás algún día me lo tenga que tragar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La eterna miseria de la desigualdad. El tortuoso camino del sentido común planetario. Hace un año escribí esto en un lbiro que coordiné, la idea sigue teniendo validez:

"Así, también nuestra época, nuestra sociedad, nosotros mismos, seremos juzgados con el paso del tiempo. Parece, y es lamentable, que de momento no estamos muy preocupados en que el Occidente de principios del siglo XXI sea estudiado, a principios del XXII, como el coto de los ricos del planeta que quisieron pertrechar sus pertenencias, algunas de ellas no demasiado legítimas, cercar su territorio, electrificar sus limes y cercenar la esperanza de millones de seres humanos que buscaban traspasar sus fronteras, precisamente para buscar las posibilidades de mejora que se le negaban sistemáticamente en su lugar de origen. Muchos de quienes se esfuerzan cada día por legar una herencia de miras más amplias ven reflejado en muchos de sus contemporáneos aquel célebre poema de Bertolt Brecht: “Luego vinieron a por mí, pero ya era demasiado tarde”. Y desean que, al menos esta vez, no se haga tarde, y la historia nos evite tanto sufrimiento inútil, tanta estolidez evitable."

Anónimo dijo...

Los niños son la esperanza del futuro, donde hay niños hay risas, juegos y alegría. Pero esos niños necesitan que occidente despierte.
Como siempre después de leer los comentarios de al-duende una no tiene casi nada más que añadir.