jueves, octubre 19, 2006

Copenhague, Dinamarca, 2004

Uno de los parques de atracciones más antiguos que existen, el Tivoli Garden. Nada que ver con los parques temáticos actuales, conserva un nostálgico ambiente de feria venida a más. Como todo en tierras danesas, demasiado caro. Como todo en tierras danesas, merece la pena verlo.

3 comentarios:

Alfonso Piñeiro dijo...

Ah... Quizá es que los modernos parques temáticos no son de atracciones ni de diversión ni nada. Son copy-paste del infinitísimo aburrimiento yankee. Estoy leyendo "La cultura del mal" de Moncho Tamames, que conseguí junto al DVD de "Supersize Me" y otro con el making off (2 horitas de making off) de "Diarios de moticicleta". Todo el pack al precio de 1 euro, más un CD con temas de chill out de grupos mestizos asentados en los USA. Es lo que tiene la Casa de Campo a mediados de septiembre, cada año, coincidiendo ya sabe usted con qué celebración.

A lo que iba. El librito de Tamames además de cargadito de datos está bien divertido. Un poco la onda Moore en castellano. Ahí se te quita todo el mito de yankilandia como cuna de la diversión. Y de toda la basura que importamos. Vivan los parques con cultura de diversión, y no de imitación, como el que nos traes!! Anotado, cual envidioso que soy de tus viajes, para años venideros.

Anónimo dijo...

Muy muy lindo yo también quiero ir aunque no tenga pelas, con avión o sin él.

Anónimo dijo...

Tivoli es el primer parque de atracciones que conocí. Tenía 15 años y era un chavalín de provincias que apenas había visto nada. Me trae magníficos recuerdos de cuando aún pretendía llegar a ser un viejo lobo de mar. Tivoli es como una promesa perdida.